Con más de 12.000 km de carriles bici señalizados: Suiza es todo un placer para viajar en bicicleta.
Suiza es sinónimo de enormes montañas, increíbles desfiladeros, bosques intensos, lagos de águas cristalinas y cascadas rugientes. Pero tiene también una cultura interesante y variada con su música folklórica cómo el canto de la tirolesa o el cuerno alpin y, con su gran oferta gastronómica desde sus quesos alpinos y sus chocolates hasta sus 40 variedades de vino. En Suiza se hablan cuatro idiomas así como numerosos dialectos pues las numerosas tradiciones regionales se enfrentan a sólo pocas costumbres nacionales.
Se puede montar en bicicleta en todo el pais, del lago Lemán a La Gruyère, donde la leyenda de chocolate Cailler le hace competencia al legendario queso. Desde Gstaad al entorno de ensueño de los lagos de Thun y de Brienz. Por el impresionante paisaje sobre el Brünig al lago de Lucerna y a Lucerna misma, y posteriormente al pueblo de peregrina- ción de Einsiedeln. A lo largo de los lagos de Zúrich y de Walen llega finalmente al amplio valle del Rin y, en ruta directa, al lago de Constanza.