Eslovenia es el único país de Europa en el que se unen los Alpes Julianos, el Mediterráneo y el paisaje kárstico. La diversidad del paisaje no dejará de sorprenderte. Si eres aficionado a la fotografía, quieres disfrutar de paisajes de alta montaña sin el esfuerzo de remontar un puerto, pedalear por itinerarios de cicloturismo que se pierden entre bosques, cañones y praderas infinitas, sin lugar a dudas, estas vacaciones en bicicleta las pasarás en Eslovenia.
No dejes de conocer la cultura de esta zona, con cierto toque mediterráneo, sobre todo en su coqueta capital donde además disfrutarás de su animada vida nocturna. No hace falta visitar solo los lugares de mayor interés, como sus diminutos puentes o el Castillo que protege a Liubiana, aprovecha para pasear sin rumbo por toda la parte antigua porque es, sin duda, casi un cuento.
Y qué decir de Bled, una ciudad hecha postal gracias a las espectaculares vistas que la rodean y su mayor tesoro, su lago glaciar. Visita recomendada a su Castillo-fortaleza, por solo 6 euros la entrada, desde donde podrás admirar la romántica Iglesia de la Asunción en la pequeña isla situada en el medio del lago.
Merece la pena recorrer en bici los alrededores de Bled, el lago Bohinj, o hacer parada en «Vintgar Gorge» (la Garganta de Vintgar) un gigantesco barranco por el río Raadovna que se abrió en la era glaciar. Otros puntos muy atractivos son la ermita de Santa Catalina, tan antigua como el castillo de Bled, el Triglav o el rio esmeralda Soca.
En definitiva, Eslovenia te hará sentir que estás en una fantasia absoluta.
Eslovenia en bicicleta es algo que recordarás
